Los trastornos del crecimiento en la infancia son unos de los motivos de consulta con pediatras. Entre ellos se encuentra el trastorno del crecimiento en niños nacidos pequeños para la edad gestacional. Los niños pequeños para su edad gestacional (PEG) representan entre un 3 y un 5% de la población.
El niño PEG se define como un recién nacido que presenta una longitud y/o peso al nacimiento inferior al percentil 3 para su edad gestacional. La identificación del niño PEG es importante, porque presenta un mayor riesgo de morbimortalidad perinatal, así como de enfermedad cardiovascular en la edad adulta, según explican las especialistas, Doctora Natalia Julve y Doctora Rumyana Rosenova, del servicio de pediatría de IMED Valencia.
El diagnóstico de PEG implica, en algunos casos, un tratamiento específico y un seguimiento a lo largo de toda la vida. La disminución del ritmo de crecimiento fetal no es una enfermedad en sí, sino la adaptación a un ambiente intrauterino desfavorable que puede llevar a alteraciones permanentes en el metabolismo, crecimiento y desarrollo.
Causas del PEG
Muchas causas contribuyen al recién nacido PEG. Entre las más frecuentes están las maternas, como son hipertensión, diabetes pregestacional o malnutrición, y las placentarias y las fetales, esto es, enfermedades genéticas, infecciones, malformaciones o embarazos múltiples.
En el proceso de crecimiento, el niño PEG que tiene una baja estatura, menor del percentil 3 con más de cuatro años de edad, tiene mayor riesgo de presentar talla baja en la vida adulta, por lo que debe remitirse a la unidad de endocrinología pediátrica. Los niños nacidos PEG suelen tener una menor talla durante la infancia y la adolescencia. La mayoría de ellos experimentan un crecimiento acelerado recuperador o 'catch-up', que tiene lugar en su mayor parte en los primeros doce meses de vida y está prácticamente completado a los dos años.
El tratamiento con hormona del crecimiento (GH) humana recombinante (rhGH) en el niño PEG con crecimiento recuperador inadecuado es efectivo, aumentando su talla final. El tratamiento con rh-GH está aprobado en aquellos pacientes PEG con talla baja no sindrómicos, sin crecimiento recuperador o 'catch-up' a los 4 años de vida. Dicho tratamiento se mantiene hasta que finalice el crecimiento.
En etapas posteriores del crecimiento, como la pubertad, la edad de aparición de signos puberales debe ser vigilada por su pediatra, ya que en algunos casos puede adelantarse.
Los pacientes PEG tienen mayor predisposición a tener pubarquia precoz y, en general, a un avance de la adrenarquia. También se ha descrito un inicio precoz del desarrollo puberal y en niñas el avance de la menarquia.
Riesgo cardiovascular y metabólico
El niño nacido PEG que presenta una rápida ganancia de peso en los primeros años de la vida tiene más riesgo de presentar a lo largo de su vida trastornos metabólicos como hipertensión arterial, diabetes e hiperlipidemia. Son de mayor riesgo aquellos niños que presentan una rápida recuperación del peso y en los que no siguen unos hábitos de vida saludables. Los niños PEG pueden presentar algún problema en el desarrollo psicomotor, como trastornos motores, dificultades de aprendizaje, hiperactividad, siendo importante su detección y, si fuera necesario, iniciar terapias orientadas lo antes posible.
En conclusión, es importante diagnosticar y hacer seguimiento especial a los niños PEG, ya que durante la infancia pueden modificarse algunos de los factores que condicionan o son consecuencia de esta patología, mejorar el crecimiento y composición corporal, implantar estilos de vida saludables y corregir los defectos de aprendizaje y adaptación social.