En los últimos años se está viendo reforzada esta práctica en los hospitales españoles, debido a los beneficios demostrados. En las décadas previas debido a la medicalización y avance de la medicina se consideró que dentro de los cuidados habituales en el parto estaba la separación de madre e hijo.
Entre los beneficios demostrados en el recién nacido del contacto piel con piel se encuentra:
- Mayor frecuencia y duración de la lactancia materna.
- Mejoría de la vinculación entre madre e hijo.
- Disminución del tiempo de llanto.
- Mayor regulación de los niveles de glucosa.
- Mayor estabilidad cardiorrespiratoria.
Entre los beneficios demostrados en la madre se encuentra:
- Menor dolor por ingurgitación mamaria.
- Menor grado de ansiedad.
- Mejoría del vínculo entre madre e hijo.
No se han evidenciado efectos perjudiciales del contacto piel con piel. La mayoría de los estudios realizados son en recién nacidos sanos y principalmente a término. Existen estudios en prematuros, aunque son los prematuros denominados como tardíos y todos ellos sanos. Por lo que el personal sanitario será dependiendo de la evolución del parto y de las posibles problemas que puedan surgir durante el mismo quien decida si se debe o no practicar el piel con piel.
El tiempo recomendado al menos debería ser de 50 minutos ya que se ha demostrado que los recién nacidos que se mantienen al menos ese tiempo tienen 8 veces más probabilidad de realizar una toma de modo espontáneo que los que no están dicho tiempo.
Para realizar el piel con piel se sitúa al recién nacido sobre el abdomen de la madre. Posteriormente se debe secar al recién nacido con paños y colocar el gorro para evitar la pérdida de calor. Se pinza el cordón umbilical y se identifica al recién nacido. Mientras se realizan estas maniobras se otorga el test de Apagar al minuto y a los 5 minutos. Todo ello debe ser valorado por personal experto. Se deben posponer algunas maniobras que se realizan sobre los recién nacidos: Profilaxis ocular, pesar, tallar.
En aquellos recién nacidos que se separen de modo inicial por algún problema de la madre, si está resuelto el problema se debería colocar de nuevo en piel con piel. No existen estudios al respecto, pero parece bastante aconsejable viendo los efectos beneficiosos del contacto precoz.
También se aconseja que en aquellas madres que por problemas físicos no puedan realizar el piel con piel, el contacto precoz lo pueda realizar el padre. Los niños que lo realizaron presentaron menor duración del llanto, se mantuvieron más calmados, y adquirieron un comportamiento más adecuado de forma más precoz. También ayudará en la lactancia materna.
Por todo esto, en IMED Valencia somos fieles defensores del contacto piel con piel.