Para empezar definiremos lo que es: La fiebre es el aumento de la temperatura del cuerpo por encima de 37ºC. Entre 37ºC -38ºC lo llamamos febrícula, por encima de 38ºC se considera fiebre y fiebre alta; si es por encima de 39ºC -39.5ºC. Hay que aclarar que la fiebre no es ninguna enfermedad, al contrario, es el mecanismo de defensa que se activa para luchar frente a las infecciones, que en los niños; es la causa más frecuente de la fiebre.
El termómetro más apropiado para medirla es el digital, es recomendable tomar la temperatura a nivel rectal en bebés y lactantes pequeños (en estos casos hay que descontar 0.5ºC) y en el resto de niños axilar. También hay que decir; que el hecho de que tenga fiebre alta no tiene que significar que tenga una enfermedad infecciosa grave; podemos estar frente a un proceso vírico banal y autolimitado (una gripe por ejemplo) que solo va a necesitar tratamiento sintomático y tener fiebre alta.
Entonces… ¿Qué hago si tiene fiebre? Os voy a comentar las recomendaciones de la sociedad española de Pediatría de Atención primaria:
- Si tiene malestar debido a la fiebre o la temperatura es alta, entonces daremos tratamiento. Preferentemente usaremos el paracetamol aunque también se puede usar el ibuprofeno a partir de los 3 meses. En ambos casos la dosis depende del peso del paciente. No debemos usar aspirina en niños. Hay que tener en cuenta que nuestro objetivo no es que desaparezca la fiebre, ya que, como hemos dicho, es nuestra defensa, lo que queremos es aliviar el malestar, además hay que saber que los antitérmicos desciende la temperatura entre 1-1.5ºC y que necesitan un tiempo para actuar, por lo tanto hay que tener paciencia.
- No se debe alternar de manera rutinaria el paracetamol con el ibuprofeno. Lo mejor es elegir un antitérmico y si con eso la fiebre está controlada no dar más medicamentos. El paracetamol se puede dar cada 4-6h y el ibuprofeno cada 6-8h. Si lo vomita inmediatamente tras su administración, o en los primeros 15 minutos, se puede repetir la dosis.
- No hay que abrigar al niño, todo lo contrario, hay que quitarle ropa.
- Es mejor no usar medios físicos (paños fríos, baño de agua fría). Si se le quiere dar un baño debe ser con agua tibia.
- Hay que ofrecer líquidos abundantes para mantener una correcta hidratación. Sed flexibles, pensad que no se encuentra bien y muchas veces al igual que nos ocurre a nosotros el apetito disminuye.
¿Cuándo debo empezar a preocuparme? Estos son los signos de alarma que debéis vigilar y si aparecen debéis consultar de manera urgente:
- La aparición de manchas en la piel de color rojo o morado que no desaparecen cuando estiras la piel (se llaman petequias).
- La alteración del estado general del niño, si está demasiado decaído o por el contrario muy irritable.
- La presencia de rigidez de cuello o nuca. Un consejo para valorarlo, podéis decirle a vuestro hijo que intente tocarse el pecho con la barbilla y comprobar si puede realizar este movimiento sin limitación.
- La aparición de convulsiones o pérdida de consciencia.
- La presencia de dificultad para respirar, la podéis notar porque respira más rápido de lo habitual, se le marcan las costillas al respirar o se escuchan pitos.
- La asociación de vómitos persistentes o diarrea abundante que puede provocar deshidratación. Los signos de deshidratación son lengua seca, ojos hundidos, disminución de la diuresis (que orine poco).
- Aparición de la fiebre en un niño menos de 3 meses.
- La presencia de fiebre alta de manera mantenida.
- La asociación con alguna enfermedad crónica: cardiopatía, inmunodeficiencia…
Posteriormente si la fiebre se prolonga más de 24-48 en lactantes o más de 72h en niños mayores de 2 años, debéis acudir a vuestro pediatra.
Cómo ya hemos comentado el tratamiento de la fiebre se realiza con antitérmicos, de manera que, no está indicado el uso rutinario de antibióticos para tratarla, debe prescribirlos vuestro pediatra.
Respecto a las convulsiones febriles, decir que la fiebre no causa convulsiones, éstas aparecen en el 4% de los casos en niños con cierta predisposición a padecerlas pero esto no significa que el niño sea epiléptico. Este tipo de convulsiones suelen desaparecer de mayor y el hecho de dar antitérmicos precozmente para evitar que le suba la fiebre y convulsione no es eficaz.
Esperamos que os hayan servido de ayuda estos consejos. Ya sabéis que en caso de necesitarlo nuestro Hospital cuenta con Servicio de Urgencias Pediátricas las 24h.